Miguel Bravo, entrenador de la Selección Sub-20 de Ecuador, fue nombrado en el cargo en febrero de 2023, asumiendo la responsabilidad de dirigir al equipo en las principales competiciones internacionales.
El entrenador, con una trayectoria consolidada en el fútbol ecuatoriano, ha aportado un nuevo enfoque y visión en el desarrollo de los jugadores jóvenes, siendo fundamental en la formación y crecimiento de nuevos talentos para el futuro de la selección mayor.
Con una carrera que comenzó en el fútbol ecuatoriano, la experiencia de Bravo como jugador en el país, combinada con su comprensión de las necesidades del fútbol moderno, le han permitido guiar a la selección nacional sub-20 a nuevas alturas.
A lo largo de su carrera, ha demostrado su capacidad para trabajar con jugadores jóvenes, ayudándoles a alcanzar todo su potencial sobre el terreno de juego.
Antes de su nombramiento, Bravo formó parte de varios cuerpos técnicos de clubes ecuatorianos, donde obtuvo reconocimiento por su trabajo de base y por formar equipos competitivos.
Su experiencia al frente de equipos jóvenes, así como su trayectoria en clubes menores, le han convertido en uno de los nombres más respetados del panorama nacional.
Bajo su dirección, la selección sub-20 de Ecuador adoptó un estilo de juego más proactivo, centrado en el desarrollo técnico y táctico de los jugadores. El énfasis en la transición rápida y la creación de juego colectivo se ha convertido en uno de los puntos fuertes del equipo.
Bravo cree que la base de una selección nacional fuerte reside en la sólida formación de los jóvenes, tanto dentro como fuera del campo. El nombramiento de Bravo como entrenador de la selección sub-20 también refleja la confianza que la Federación Ecuatoriana de Fútbol tiene en su trabajo.

Perfil ideal para dirigir a jugadores jóvenes
Esto se debe a que la federación buscó a un profesional que tenga el perfil ideal para preparar a los jóvenes talentos para retos internacionales como el Sudamericano Sub-20 y otras competencias de base.
Por su enfoque estratégico y de desarrollo, Miguel Bravo es considerado una pieza clave para el futuro del fútbol ecuatoriano.
Su trabajo con la sub-20 no sólo apunta al éxito inmediato en torneos internacionales, sino que sienta las bases para el futuro ascenso de jugadores a la selección mayor.