Keny Arroyo, delantero ecuatoriano de apenas 19 años, se perfila como una de las grandes promesas del balompié nacional. Formado en las divisiones inferiores del Independiente del Valle, el atacante dio el salto al fútbol europeo en 2024 y actualmente milita en el Besiktas de Turquía, donde empieza a sumar minutos y experiencia en una liga competitiva.
Sus primeros pasos en el viejo continente
Arroyo arribó al Besiktas tras destacar en el fútbol ecuatoriano, y en su primera temporada en Europa ya disputó diez encuentros oficiales y convirtió dos goles. Aunque sus números todavía son discretos, el joven tricolor ha mostrado destellos de su calidad y está en proceso de adaptación al ritmo del fútbol europeo.
El Besiktas finalizó el campeonato turco en la cuarta posición con 59 puntos, muy por detrás del líder Galatasaray, que terminó con 89. El club otomano atraviesa un proceso de recambio generacional, y Arroyo es considerado una pieza con proyección dentro de ese proyecto.
Actualmente, su pase está valorado en aproximadamente siete millones de euros, y se espera que en la próxima temporada tenga mayor continuidad y protagonismo en el equipo titular.
Presente en la selección mayor
El desempeño de Arroyo también le ha abierto las puertas de la selección ecuatoriana. En 2024, fue convocado por el profesor Sebastián Beccacece y disputó dos partidos con la Tri mayor. Ambos compromisos fueron por eliminatorias: un empate sin goles ante Uruguay y una goleada 4-0 frente a Bolivia. En total, Arroyo sumó poco más de 30 minutos en cancha, sin lograr anotar.
Pese a haber sido considerado en la última convocatoria, no tuvo participación en los partidos. Aun así, el cuerpo técnico lo mantiene dentro del radar pensando en el proceso hacia la Copa del Mundo 2026, que se jugará en Estados Unidos, México y Canadá.
Un 2025 clave para su crecimiento
La temporada que se avecina será fundamental para el crecimiento futbolístico de Keny Arroyo. Con más rodaje y confianza dentro del Besiktas, el objetivo es seguir sumando experiencia en Europa y consolidarse como uno de los delanteros jóvenes más prometedores del país.
Si mantiene su progresión, el esmeraldeño tiene todo para ganarse un puesto fijo en la Tri y representar al Ecuador en la próxima cita mundialista.